Keith Moon es el invitado en Servicio a la habitación La escandalosa vida de las estrellas Parte X
Cuando no quedo más torta que arrojar, varios hombres comenzaron a bajarse los pantalones y a bailar sobre las mesas, inspirados por Keith Moon que cumplía veinte años y que gritaba que en realidad eran veintiún años, edad legal para beber en Estados Unidos.
Uno de los mánagers del hotel ingresó al salón y sufrió un ataque al encontrar el panorama. Lo primero que vio fue a Keith Moon sin ropa y bailando como un loco. Fue a perseguirlo, pero el baterista escapó.
En su camino, borracho como estaba, encontró un Lincoln Continental y se subió con la esperanza de poder huir. No tenía llaves, pero quitó el freno de mano y el auto se fue deslizando hasta pasar por encima de un cerco y acabar dentro de la piscina.
Keith Moon, que estaba ebrio pero no perdido, contempló como el auto se iba hundiendo en la piscina con él adentro. Lejos de desesperarse esperó hasta la inmersión total y recordó las leyes de la física que lo hicieron desistir de abrir la puerta.
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