Estudios señalan que mayores de 40 años no deberían trabajar más de 3 días por semana

Estudios señalan que mayores de 40 años no deberían trabajar más de 3 días por semana

En 'Mañanas de Oro', con Freddy Morales de 9 a.m. a 12 p.m, queremos seguir alimentando tu apetito de conocimiento por eso te contamos que un estudio australiano concluyó que la jornada laboral óptima para personas que superan la cuarentena debería ser de 20-30 horas.

-> Escucha Radio Mágica en vivo, aquí

En el año 2015, la ciudad sueca de Gotemburgo realizó un estudio pionero para comprobar los efectos de la reducción de la jornada laboral, manteniendo el sueldo, en los trabajadores. Después de dos años de ‘experimento’, las enfermeras de una residencia de ancianos eran más productivas, pedían menos bajas por enfermedad y se declaraban mucho más satisfechas de su trabajo.

La reducción de la jornada disparó los costes en las empresas, un motivo por el cual no se acabó generalizando esta medida. Sin embargo, el ensayo sueco abrió un viejo debate: ¿deberíamos trabajar menos para, no solo ser más felices, sino además tener más tiempo para cuidar de nuestras familias e implicarnos con nuestra comunidad? ¿Es viable para las empresas y/o el Estado una reducción de las jornadas sin que esto suponga una bajada de salarios?

Se trata de preguntas muy pertinentes en el contexto de una Europa cada vez más envejecida, en la que muchos países como el nuestro están aumentando progresivamente las edades de jubilación. ¿Cómo afecta a las personas más mayores el ritmo frenético de trabajo?

En el otro extremo del planeta también se están preocupando por este tema, y una universidad australiana publicó en 2016 un informe con los resultados preliminares de un estudio en el que demuestra que las personas mayores de 40 años son más productivas cuando trabajan, como mucho, tres días a la semana.

Según los resultados, los efectos de la duración de la jornada laboral sobre el rendimiento cognitivo de los participantes no eran lineares: aumentando las horas de trabajo hasta las 25 semanales se producía una mejora en las capacidades cognitivas. Es decir, trabajar es bueno para la mente… hasta cierto punto. Jornadas superiores a las 25 horas semanales tenían un impacto negativo. Además, estos resultados fueron idénticos tanto para hombres como para mujeres.

Más horas no equivale a más productividad

Aunque estamos acostumbrados a jornadas laborales maratonianas y a no desconectar de nuestras obligaciones durante los periodos de descanso, cada vez hay más evidencias de que menos puede ser más. Por ejemplo, la empresa Draugiem Group llevó a cabo un estudio que utilizó los datos obtenidos por su aplicación DeskTime para ver cuáles eran los hábitos de sus trabajadores más productivos.

Los resultados revelaron que muchos de sus empleados con más rendimiento no eran precisamente los que más horas extra hacían, si no que cumplían religiosamente con sus ocho horas de trabajo. Además, estos empleados estaban acostumbrados a tomar descansos regulares a lo largo de la jornada, concretamente de 17 minutos por cada 52 de trabajo. Un dato que indica, nuevamente, que ‘calentar la silla’ no significa producir más, y que un adecuado equilibrio que permita conciliar el trabajo con las obligaciones familiares y los momentos de descanso es bueno para todos, tanto empresarios como trabajadores.

 

Más de Música