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Conoce el impuesto que se cobra a los nombres ridículos y otros

Conoce el impuesto que se cobra a los nombres ridículos y otros

En 'Mañanas de Oro', con Freddy Morales de 9 a.m. a 12 p.m, queremos seguir alimentando tu apetito de conocimiento, por eso te contamos que en el mundo existen extrañas reglas tributarias tal como las que te mostraremos a continuación.

1. Impuesto a la diversión

La ciudad norteamericana de Pittsburgh añade un impuesto de un 5 % a toda actividad que genere diversión a las personas, que se suma a otros impuestos a la venta. Parques de diversiones, centros de esquí, establecimientos de bolos, etc. Si un lugar genera entretenimiento, debe pagar un 5 % extra en impuestos sobre el dinero que genera, sin importar que quienes asistan puedan haber considerado sus actividades aburridas.

2. Impuesto a las vacas

Los animales rumiantes emiten una buena cantidad de CO² al ambiente. Es más: son responsables por el 10 % de las emisiones de este contaminante gas invernadero. En Dinamarca, los dueños de vacas deben pagar un impuesto extra por poseer criaturas tan poco ecológicas. Allí se cobra un impuesto anual de 110 dólares por vaca a su dueño. Por otra parte, en Irlanda el impuesto existe, pero es más bajo: solo 18 dólares por cada animal.

3. Impuesto a los nombres ridículos

Los padres suecos deben seguir una serie de reglas antes de poder registrar el nombre de sus hijos, ya que se quiere evitar el uso de palabras que vayan en contra de las buenas costumbres o el bienestar futuro del niño. Antes de que cumpla 5 años, los padres necesitan registrar el nombre de su hijo en la agencia gubernamental de impuestos y, si este organismo no lo aprueba, deberán pagar un tributo de alrededor de 770 dólares como castigo, además de tener que cambiar el nombre del niño.

4. Cereales sin juguetes

En Canadá los cereales están entre los desayunos más populares y sus envases suelen contener juguetes para atraer a los niños, algo importante según las autoridades ya que, si es que no los contienen, se incluye un impuesto extra a su venta. Aquellos cereales que traen juguetes, mientras no contengan alcohol, están libres del impuesto a la venta, pero, si son aburridos y privan a los niños de estos objetos plásticos que se rompen al minuto de usarlos, se aplica un impuesto que el consumidor paga directamente.

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