Así se identifica el dolor de cabeza en racimo, más fuerte que la migraña

En 'Mañanas de Oro', con Freddy Morales de 9 a.m. a 12 p.m, queremos seguir alimentando tu apetito de conocimiento, por eso te contamos que el dolor de cabeza en racimo es una de las enfermedades más dolorosas conocidas por el ser humano y también recibe el nombre de 'dolor de cabeza del suicidio'.

El dolor de cabeza en racimo

El dolor de cabeza en racimo es uno de los dolores más fuertes conocidos. Pero, por fortuna, no es una señal de enfermedad, ni daña los órganos internos.

En general, estos dolores, que afectan a menos del 1 % de la población, se dan en la noche y despiertan al paciente que siente como si hubiera sido golpeado con un martillo o con un cuchillo en el rostro, sobre un lado de la cabeza.

Por esta razón, este dolor incapacita a los pacientes que pueden estar desde días enteros hasta semanas sin salir de la casa.

Los síntomas

- Dolor insoportable sobre un lado de la cabeza, los ojos, el cuello o el rostro.
- Enrojecimiento en el ojo del lado afectado.
- Mucosidad del lado afectado.
- Sudor en la frente o el rostro.
- Hinchazón alrededor de los ojos.
- Párpado caído.
- Dolor atenuado durante días, semanas o meses después del episodio.

Las causas

Por el momento, las causas de este dolor de cabeza son desconocidas. A diferencia de las migrañas comunes, el dolor de cabeza en racimo no se asocia ni con cambios en la alimentación, ni con cambios hormonales o estrés.

La teoría más fuerte habla de anomalías en el hipotálamo, una zona del cerebro que controla las emociones, el comportamiento sexual y la temperatura corporal, entre varios otros factores asociados al sistema nervioso.

No obstante, aunque la causa es desconocida, la estadística habla de ciertos factores de riesgo. Los hombres, las personas entre 20 y 50 años, los fumadores, quienes consumen alcohol y quienes tienen un historial familiar de dolores de cabeza en racimo son más propensos a sufrir esta enfermedad.

Felizmente, estos dolores de cabeza no son dañinos ni ponen la vida en riesgo. No obstante, como el dolor es tan fuerte, se recomienda la visita al médico ante cualquier señal. Los tratamientos no terminarán con el dolor, pero sí podrían hacerlo menos severo, menos frecuente y más corto.

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