Agnetha Faltskog, de ABBA, aseguró no ser misteriosa ni recluida

A diferencia de Benny Andersson, Anni-Frid Lyngstad y Bjorn Ulvaeus, Agnetha Faltskog siempre ha luchado por mantener su vida lejos de las cámaras. Por esa razón, es que, desde hace mucho tiempo, vive una granja en la isla de Ekero, Estocolmo, junto a su hija y nietos. De esa manera, la rubia de ABBA protege su intimidad. 

Sus pocas apariciones en público y perfil bajo siempre han sido motivos para que el público crea que es una mujer recluida.

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Sin embargo, en una reciente entrevista con la BBC, Agnetha Faltskog indicó que dichas afirmaciones son equivocadas. “No soy misteriosa ni recluida. Tal vez fui la oveja negra del grupo”, confesó.

Muchos justifican esta poca exposición con algunos desagradables episodios que tuvo que afrontar Agnetha.

Por ejemplo, la cantante, que estuvo casada entre 1971 y 1980 con Bjorn Ulvaeus, fue acosada por un fan, que años después decidió conocer. La artista mantuvo una relación con esta persona, un holandés llamado Gert van der Graaf, entre 1997 y 1999.

Agnetha no solo vivió momentos felices con ABBA. Su pánico a volar hizo que se encontrara en más de una situación difícil de superar. En 1979, mientras el grupo sueco volaba hacia Boston, el avión atravesó un tornado y tuvo que aterrizar de emergencia. Desde entonces, Agnetha prefiere viajar por tierra.