Décadas atrás, hubo una serie que se volvió famosa debido a su genial trama: Los años maravillosos.

Han pasado casi tres décadas desde que se emitió el último episodio de "Los años maravillosos", pero el dolor de aquel momento aún persiste en la memoria de los fans. ¿Por qué fue tan emotivo para los seguidores de la serie?

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Al igual que otras producciones de los 80, "Los años maravillosos" se ha convertido en una de las historias más emblemáticas de la televisión. A medida que el programa llegaba a su fin, miles de personas no podían superar las escenas finales que resolvieron el destino de Kevin Arnold (Fred Savage), Winnie Cooper (Danica McKellar), Paul Pfeiffer (Josh Saviano) y los demás personajes que dejaron una huella en la audiencia.

"Los años maravillosos" debutó en 1988 y, después de más de 100 episodios, la trama se alejó de la comedia para ofrecer un relato más realista. Sin embargo, son los últimos capítulos emitidos en 1993 los que siguen resonando en el corazón de los espectadores gracias a dos episodios emotivos: "El verano" y "El día de la independencia".

En el último episodio, Kevin decide renunciar a su trabajo en la fábrica de su padre debido al ambiente autoritario en el que se encontraba. Tras dejar la compañía, decide buscar a Winnie, el amor de su vida, para proponerle pasar el verano juntos.

Sin embargo, al encontrarla, Kevin descubre una noticia desalentadora: Winnie está saliendo con un socorrista. Sin dudarlo, Kevin golpea al empleado antes de huir con Winnie, con quien pasa la noche en un granero que encuentran en su camino.

¿Qué sucede al final de "Los años maravillosos"?

En las últimas escenas, los espectadores son transportados a las festividades del 4 de julio, mientras Kevin Arnold adulto relata lo que sucedió en los años posteriores.

Descubrimos que Paul logró convertirse en abogado. La hermana de Kevin da a luz a un bebé que se parece mucho a él. También nos enteramos de que el padre de Kevin, quien fallece dos años después, dejó la fábrica bajo el cuidado de Wayne, su hijo mayor.

En cuanto a Winnie, las cosas no tomaron el rumbo que se esperaba. Ella se mudó a París para estudiar Historia del Arte. A pesar del tiempo y la distancia, mantuvieron el contacto a través de cartas durante los ocho años que estuvieron separados, hasta que ella regresó a Estados Unidos.

Kevin la recoge en el aeropuerto, acompañado de su esposa y su primer hijo, que en ese momento tenía ocho meses. 

"Recuerdo un lugar, un suburbio, una casa. Una casa como muchas otras, un patio como tantos otros, y una calle como tantas otras. Pero lo curioso es que, después de todos estos años, todavía lo recuerdo con asombro", dice Kevin, y con estas palabras da cierre a una de las historias más icónicas de los 80 y 90.

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