Conoce todo sobre planeamiento y control de gestión en las empresas.

Existe evidencia empírica a favor que demostraría que las empresas que tienen y usan adecuadamente un sistema de planeamiento y control de gestión y estratégico tienen mejor desempeño que las que no lo tienen. Y claro, uno podría pensar que el uso de los instrumentos, como el presupuesto y análisis de desviaciones o el tablero de control estratégico (balanced scorecard), son suficientes. Sin embargo, lo mas importante no son las herramientas, sino su uso teniendo en cuenta la dimensión humana.  

Por ejemplo, en el caso del presupuesto, el mismo tienen que ser participativo y “negociado”. Tiene que ser conocido y comunicado a todos. Negociado para que sean compromisos personales. Si el Gerente Comercial, luego de idas y venidas, ha acordado alcanzar ventas de US$ 200 Millones, este se convierte en su compromiso personal y hará su mayor esfuerzo por cumplirlo. He conocido casos donde el presupuesto era elaborado por 5 personas de la empresa para enviárselo al dueño. Todas las áreas tenían su presupuesto, pero sus lideres ni enterados. Eso no es un presupuesto, a lo mas una hoja de cálculo.  

El presupuesto además debe incidir en el comportamiento y en las decisiones que toman las personas dentro de una organización, sino carece de sentido. En ese caso, este debe estar “atado” a bonos; si alcanzas tu meta del año, tienes parte de tu bono (el 100% del bono jamás debe responder a una sola meta u objetivo, menos de corto plazo). El salario emocional cumple su rol (este se da por sentado), pero los incentivos económicos no dejan de ser importantes. También debe estar “atado” a penalidades si sistemáticamente no se cumple con las metas. 

Debemos recordar que el presupuesto asigna recursos a las actividades o tareas que crean mas valor o que son las mas importante, por lo tanto, el mismo comunica que es relevante en la organización. Si el CEO de una empresa dice, repite, que el capital humano es lo más importante, que la capacitación del personal, el clima laboral, etc. son lo prioritario, pero en el presupuesto se asigna “cero” recursos a estos, entonces no es importante. Esto puede causar desilusión y crisis de liderazgo dentro de las empresas. 

Asimismo, las metas deben tener una probabilidad del 80% a 90% de ser alcanzadas. Metas irreales, con 40% o 50% de ser alcanzados, desmotivan a las personas: no las inducen a realizar su mejor esfuerzo por alcanzar algo que será imposible de lograr. 

El uso de indicadores debe hacerse con criterio. Si usas un indicador para medir el desempeño de una persona, y este depende solo en un 20% de dicha persona y el 80% de las decisiones de terceros, difícilmente tendrá motivación alguna (principio de controlabilidad). Preferirá esperar que los otros hagan bien su trabajo y así beneficiarse, porque haga lo que haga al final el resultado depende de los otros.  

Es la dimensión humana, más que en las herramientas, donde justamente se incide en el programa MBA de ESAN Graduate School of Business. Este programa, además, esta enriquecido con un componente internacional potente a través de las semanas internacionales, viajes internacionales, intercambios y doble grados con importantes instituciones del exterior, teniendo entonces un enfoque global. Gracias a esto, el MBA de ESAN te proporcionara los conocimientos, habilidades y herramientas que impulsaran tu carrera profesional.   

Para obtener más información sobre el MBA de ESAN, visita la web: https://www.esan.edu.pe/mba 

Autor: Carlos Antonio Aguirre Gamarra
Short Bio: Ph.D en Administración y Dirección de empresas. Magister en Finanzas y economista. Asesor y consultor de empresas en gobierno corporativo y familiar, finanzas, etc. Director de empresas familiares. Profesor del programa MBA de ESAN.

Contenido patrocinado: ESAN. 

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