Keith Moon es el invitado en Servicio a la habitación La escandalosa vida de las estrellas Parte XII
Keith Moon terminó a los gritos en un dentista que tuvo que quitarle los restos de su diente sin anestesia, ya que con el alcohol consumido era poco prudente aplicársela.
Cuando el odontólogo concluyó de colocarle la prótesis, el sheriff lo encerró en un calabozo. Al día siguiente, escolto a Keith Moon al aeropuerto, no sin antes recomendarle: Hijo, no se te ocurra volver a aparecer por Flint.
En Inglaterra, Keith Moon recibió la notificación oficial de daños y perjuicios por 30 mil dólares" y una prohibición de por vida para alojarse en los Holiday Inn.
No sería la única cadena de hoteles que temblaría ante el mero nombre de Keith Moon. "Cuando me aburro, me rebelo", explicó, y en alguien con el umbral de atención de un niño de dos años, las rebeliones eran cotidianas.
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